Imagina ir de compras pero sin salir de la casa; probarte la ropa sin ir a la tienda; o ir a un concierto y estar a un metro de distancia. Eso promete el metaverso, cambiar la forma en la que interactuamos.

Probablemente el metaverso sea una de las palabras que más interrogantes ha generado en los últimos años. Desde que Mark Zuckerberg, creador de la red social Facebook, anunció que ese sería el nombre de su nuevo gran proyecto tecnológico. 

¿Qué es el metaverso?

 La palabra “metaverso” es un acrónimo compuesto por ‘meta’, que proviene del griego y significa “después” o “más allá”, mientras que ‘verso’ hace referencia a “universo”. En este caso es un nuevo ecosistema en el que los usuarios pueden interactuar entre ellos, trabajar, jugar, estudiar, realizar transacciones económicas, entre muchas otras posibilidades de manera virtual.

Aunque el propio Zuckerberg decidió cambiar el nombre de Facebook por el de Meta como una muestra de la importancia que tiene el proyecto para su conglomerado de empresas tecnológicas también posee Instagram, WhatsApp, entre otras. 

Es importante saber que cuando se habla de metaverso no se hace referencia a una plataforma o marca en particular sino al concepto de espacio virtual. Aunque hoy en día es fácil distinguir entre el mundo digital y el físico o entre lo online y offline, con el metaverso se crea una frontera que combina entornos virtuales y reales.

¿Qué puedo hacer en el metaverso?

La intención de sus desarrolladores es que los usuarios puedan aportar ideas y llevarlas a la práctica en el metaverso a medida que la tecnología lo permita.

Lo que sí parece evidente es que será la evolución de lo que hoy conocemos como Internet, por lo que algunos de los principales cambios se producirán en la forma en la que consumimos y en cómo nos relacionamos socialmente:

Trabajar. Zuckerberg dejó claro que uno de los objetivos es que se convierta en un lugar de trabajo, en el que las personas se puedan reunir en espacios virtuales como si estuvieran físicamente, y cuenten con las herramientas necesarias para mantener reuniones, trabajar, hacer presentaciones, entre otras cosas.

Divertirse. Asistir a un concierto y sentirse como si estuviera compartiendo el mismo lugar con el artista y el público, pero sin moverse del salón de casa es uno de los ejemplos de cómo podría cambiar la industria del entretenimiento. 

Comprar. Pese a que en la actualidad ya es posible comprar de forma online, con el metaverso esta práctica es mucho más real, pues el avatar de cada usuario serviría para probarse la ropa de forma virtual y así saber cómo nos veríamos con ella. 

¿Cómo influirá la nube en las nuevas realidades?

Se puede decir que el cloud computing es la estructura que hace funcionar al metaverso pues requiere mucho almacenamiento y una capacidad de procesamiento potente. Los dispositivos que quieran acceder al metaverso, estarán solicitando acceso a un servidor que estará en una estancia dentro de un centro de datos.  Conforme se vaya exigiendo más rendimiento se necesitará que la plataforma cloud resuelva esta necesidad mediante el aporte de potencia. 

Por tanto, muchos analistas están viendo 2 posibles áreas de crecimiento:

Los proveedores o centros de datos que van a hacer viable el metaverso. 

Los negocios que se puedan hacer dentro del metaverso. 

¿Cuál puede ser la apuesta de la nube?

Todavía no se ha puesto en marcha del todo, pero se apunta a 2 posibles modelos:

Nube pública y modelos de pago por uso. Se debe al acceso a recursos y almacenamiento bajo demanda para construir un mundo virtual, así como poder ofrecer presencia por todo el mundo. Otra de las razones es la reducción de latencia para que el usuario pueda disfrutar de una experiencia realista.

Nube privada y otros servicios administrados. No sería la opción adoptada por la mayoría, pero es la otra alternativa.

¿Cómo aprovechar las oportunidades del metaverso?

Compañías como Microsoft, Google, Apple, Epic Games, Salesforce, Workday y Oracle están trabajando en el desarrollo de aplicaciones y herramientas para formar parte del nuevo universo virtual.

Pero también hay empresas de diversos sectores que se han interesado en aprovechar las oportunidades de negocio que ofrece, lo que configura un nuevo ecosistema financiero basado en blockchain y las criptomonedas, y que se asimila al del mundo físico.

Un ejemplo es la multinacional de moda Nike; presentó Nikeland, una realidad paralela ubicada en la plataforma de juegos Roblox, que permite a los usuarios hacer ejercicio o vestirse con la ropa de la marca utilizando sus avatares; la marca de automóviles BMW tiene planes para crear una réplica exacta de una de sus fábricas y hacer pruebas virtuales que luego se trasladarán a la vida real; la compañía inmobiliaria Metaverse Property vende parcelas en varios de los metaversos que ya se han creado, además de gestionar el alquiler o cuidado de las propiedades virtuales.

Los NFT (token no fungible) también forman parte de la economía del metaverso, por lo que pueden ser comprados, vendidos y expuestos en estos mundos virtuales.

El metaverso es un mercado de negocios abismal sin embargo el que esté a prueba y error es lo que asusta a las grandes empresas pero las apuestas a este nuevo modelo son muy altas.