Es el término utilizado por diversos inversionistas para denominar a las subidas que experimentan los mercados durante la última semana del año y los primeros días del año nuevo, como si fuese una tendencia estacional.

Técnicamente, el estudio de este rally incluye los últimos cinco días de operación en bolsa de valores y los primeros dos días de enero para incluir una semana “hábil” de operaciones y el medidor es el S&P 500, aunque anteriormente la referencia era sobre el Dow Jones.

En los últimos 13 años, en diez ocasiones ha ganado el S&P 500 en la semana de santa y en tres, tuvo un rendimiento negativo que fue en el año de 2014, 2015 y 2022.

En el año 2012 (aquel donde según los mayas, sería el fin del mundo) se obtuvo la mejor racha con un incremento del 2% y en su año previo (2011) fue del 1.90%, siendo el segundo más alto en el periodo revisado (2010 – 2013).

El promedio en dichas fechas es un incremento del 0.36%, siendo superior al promedio semanal de los años mencionados que es del 0.30%. La peor semana navidad – año nuevo sucedió en 2014 con una caída del 3%, seguido del 2015 con un -2.30%.

Las razones del por qué se cree que la última semana del año es la más predecible con tendencia positiva, van desde los rebalanceos de posiciones accionarias, temas fiscales y el optimismo generado de las “fiestas navideñas”.

Estadísticamente, parece ser una semana con mayor probabilidad de éxito, sin embargo, es técnicamente imposible aseverar que el fenómeno existe y generalizarlo como una tendencia cíclica, ya que son pocos los fenómenos estacionales de los que realmente existen al analizar datos económicos y financieros.

Si la última semana del año fuera un rally derivado de las razones que comúnmente encontramos como el incremento de posiciones por incremento del ahorro o el rebalanceo para “maquillar” cifras en determinadas acciones, la ejecución y efecto se traduciría en todo el mes de diciembre, inclusive desde el mes de noviembre y no como tal en la última semana.

Con la evidencia mostrada, la última semana del año en las bolsas parece ser más de trámite con un periodo vacacional generalizado en el sector financiero que relaja más los mercados, además, distintas corporaciones evitan las malas noticias al cierre de año, al igual, que históricamente es cuando menos negativo reacciona el mundo a factores sociales y políticos, restando la variable más difícil de predecir cuando las “noticias” son las responsables de una mala racha.

Conclusión, es posible que la llegada de Santa inyecte energía positiva a los mercados, pero, en definitiva, no es la razón de un rally o de una tendencia cíclica, más bien, puede ser la estela de las diversas variables del mercado que suscitaron en semanas previas de manera positiva, y, cuando son negativas, simplemente se amenizan un tanto al cierre de año.